lunes, 5 de noviembre de 2007

Divina comedia, canto III del infierno.

Como hace abundante tiempo que nada se publica en este blog, y francamente mi inspiración (y evidentemente la de mi compañero) se encuentras en plena sequía (sí, mi capacidad de criticar tamién!) aquí les dejo el Canto III de la Divina Comedia perteneciente a la cántiga primera (El Infierno), que es uno de mis cantos predilectos de esta joya de la literatura universal.

Porqué me gusta tanto este canto? (entre tantos otros claro)... he encontrado una gran similitud entre el pensamiento de Dante y el mío propio, debe ser por eso que es uno de mis ídolos untouchables forever de la literatura universal. Aquí se presenta la puerta de entrada al infierno, que actúa como un cartel de presentación, preámbulo psicológico que es preciso franquear antes de ingresar a esta primera región que resulta ser el infierno y toparse, así, tan cerca, con horrorosos castigos corporales, alaridos de dolor y blasfemias contra dios que solamente pueden ser transcriptos por la alta poesía de dante ya que ningún mortal podría jamás imaginar horror tal. Pero quizás el pasaje que más me asombre es el de los indiferentes; a éstos, q no estuvieron vivos nunca porque jamás se comprometieron con ninguna causa, se les obliga a perseguir eterna e inutilmente un estandarte en blanco, que no representa nada, mientras son heridos por abejones y avispas constantemente en el rostro... se imaginan peor castigo que este? Luego a continuación aparece Caronte, personaje tomado por Dante de la mitología griega el cual cumple exactamente la misma función que en esta: transportar las almas al otro lado del río Aqueronte (téngase en cuenta que el infierno es creación de dante, así como sus ríos, cercos y sacos, y, naturalmente, los personajes que en él aparecen, muchos de ellos al igual que caronte adoptados de la mitología griega). Éste aparece demonizado, con ojos de brasa que relumbran en la oscuridad del infierno y que, junto a su carácter y personalidad manifestadas a la hora de dirigirse a dante e increparlo, conforman un personaje oscuro y sombrío, que lo hacen digno de ser el barquero infernal.

Bueno, finalmente aquí les dejo el canto, que lo disfruten como lo disfruté yo cuando lo leí.



CANTO III, cántiga primera (Infierno)

POR MÍ SE VA HASTA LA CIUDAD DOLIENTE,

POR MÍ SE VA AL ETERNO SUFRIMIENTO,

POR MÍ SE VA A LA GENTE CONDENADA.

LA JUSTICIA MOVIÓ A MI ALTO ARQUITECTO.

HÍZOME LA DIVINA POTESTAD,

EL SABER SUMO Y EL AMOR PRIMERO.

ANTES DE MÍ NO FUE COSA CREADA

SINO LO ETERNO Y DURO ETERNAMENTE.

DEJAD, LOS QUE AQUÍ ENTRÁIS, TODA ESPERANZA. 9

Estas palabras de color oscuro

vi escritas en lo alto de una puerta;

y yo: «Maestro, es grave su sentido.» 12

Y, cual persona cauta, él me repuso:

«Debes aquí dejar todo recelo;

debes dar muerte aquí a tu cobardía. 15

Hemos llegado al sitio que te he dicho

en que verás las gentes doloridas,

que perdieron el bien del intelecto.» 18

Luego tomó mi mano con la suya

con gesto alegre, que me confortó,

y en las cosas secretas me introdujo. 21

Allí suspiros, llantos y altos ayes

resonaban al aire sin estrellas,

y yo me eché a llorar al escucharlo. 24

Diversas lenguas, hórridas blasfemias,

palabras de dolor, acentos de ira,

roncos gritos al son de manotazos, 27

un tumulto formaban, el cual gira

siempre en el aire eternamente oscuro,

como arena al soplar el torbellino. 30

Con el terror ciñendo mi cabeza

dije: «Maestro, qué es lo que yo escucho,

y quién son éstos que el dolor abate?» 33

Y él me repuso: «Esta mísera suerte

tienen las tristes almas de esas gentes

que vivieron sin gloria y sin infamia. 36[L28]

Están mezcladas con el coro infame

de ángeles que no se rebelaron,

no por lealtad a Dios, sino a ellos mismos. 39

Los echa el cielo, porque menos bello

no sea, y el infierno los rechaza,

pues podrían dar gloria a los caídos.» 42

Y yo: «Maestro, ¿qué les pesa tanto

y provoca lamentos tan amargos?»

Respondió: «Brevemente he de decirlo. 45

No tienen éstos de muerte esperanza,

y su vida obcecada es tan rastrera,

que envidiosos están de cualquier suerte. 48

Ya no tiene memoria el mundo de ellos,

compasión y justicia les desdeña;

de ellos no hablemos, sino mira y pasa.» 51

Y entonces pude ver un estandarte,

que corría girando tan ligero,

que parecía indigno de reposo. 54

Y venía detrás tan larga fila

de gente, que creído nunca hubiera

que hubiese a tantos la muerte deshecho. 57

Y tras haber reconocido a alguno,

vi y conocí la sombra del que hizo

por cobardía aquella gran renuncia. 60[L29]

Al punto comprendí, y estuve cierto,

que ésta era la secta de los reos

a Dios y a sus contrarios displacientes. 63[L30]

Los desgraciados, que nunca vivieron,

iban desnudos y azuzados siempre

de moscones y avispas que allí había. 66

Éstos de sangre el rostro les bañaban,

que, mezclada con llanto, repugnantes

gusanos a sus pies la recogían. 69

Y luego que a mirar me puse a otros,

vi gentes en la orilla de un gran río

y yo dije: «Maestro, te suplico 72

que me digas quién son, y qué designio

les hace tan ansiosos de cruzar

como discierno entre la luz escasa.» 75

Y él repuso: «La cosa he de contarte

cuando hayamos parado nuestros pasos

en la triste ribera de Aqueronte.» 78[L31]

Con los ojos ya bajos de vergüenza,

temiendo molestarle con preguntas

dejé de hablar hasta llegar al río. 81

Y he aquí que viene en bote hacia nosotros

un viejo cano de cabello antiguo, 83[L32]

gritando: «¡Ay de vosotras, almas pravas! 84

No esperéis nunca contemplar el cielo;

vengo a llevaros hasta la otra orilla,

a la eterna tiniebla, al hielo, al fuego. 87

Y tú que aquí te encuentras, alma viva,

aparta de éstos otros ya difuntos.»

Pero viendo que yo no me marchaba, 90

dijo: «Por otra via y otros puertos

a la playa has de ir, no por aquí;

más leve leño tendrá que llevarte». 93[L33]

Y el guía a él: «Caronte, no te irrites:

así se quiere allí donde se puede

lo que se quiere, y más no me preguntes.» 96

Las peludas mejillas del barquero

del lívido pantano, cuyos ojos

rodeaban las llamas, se calmaron. 99

Mas las almas desnudas y contritas,

cambiaron el color y rechinaban,

cuando escucharon las palabras crudas. 102

Blasfemaban de Dios y de sus padres,

del hombre, el sitio, el tiempo y la simiente

que los sembrara, y de su nacimiento. 105

Luego se recogieron todas juntas,

llorando fuerte en la orilla malvada

que aguarda a todos los que a Dios no temen. 108

Carón, demonio, con ojos de fuego,

llamándolos a todos recogía;

da con el remo si alguno se atrasa. 111

Como en otoño se vuelan las hojas

unas tras otras, hasta que la rama

ve ya en la tierra todos sus despojos, 114

de este modo de Adán las malas siembras

se arrojan de la orilla de una en una,

a la señal, cual pájaro al reclamo. 117

Así se fueron por el agua oscura,

y aún antes de que hubieran descendido

ya un nuevo grupo se había formado. 120

«Hijo mío ‑cortés dijo el maestro­

los que en ira de Dios hallan la muerte

llegan aquí de todos los países: 123

y están ansiosos de cruzar el río,

pues la justicia santa les empuja,

y así el temor se transforma en deseo. 126

Aquí no cruza nunca un alma justa,

por lo cual si Carón de ti se enoja,

comprenderás qué cosa significa.» 129

Y dicho esto, la región oscura

tembló con fuerza tal, que del espanto

la frente de sudor aún se me baña. 132

La tierra lagrimosa lanzó un viento

que hizo brillar un relámpago rojo

y, venciéndome todos los sentidos, 135

me caí como el hombre que se duerme.

3 comentarios:

Biohazard dijo...

Hum...
Lamento hacer una correción... Tu capacidad de criticar anda por las nubes...
ah... gracias por adelantarme el 3 canto de la Divina Comedia... no te hubieras molestado...

Hump!

camarero dijo...

Hola!
No lei toda la Div Comedia, pero hasta ahí sí llegué, es espectacular ese canto, es cuando realmente empieza la "cosa"
Lo que más me gusta es el castigo de los indiferentes, obligados a correr tras una bandera por siempre, sumamente "gráfico", no se como exporesar lo que pienso.
Un abrazo.

Biohazard dijo...

Este mensaje, tildenlo como quieran, pero: Muerte a ti y a todos los que leen la Divina Comedia!!!
NO OSEN ADELANTARME LOS CANTOS CHE!!!